Medio ambiente
La vida en nuestro planeta tiene su origen en el agua. Los mares y océanos son la esencia que permite la vida en el planeta. Cubren más de las dos terceras partes de la superficie terrestre y desempeñan un papel crucial en el ciclo hidrológico, en la química atmosférica y en el comportamiento del clima. Los ecosistemas marinos tienen un papel esencial en la absorción de CO2 , en la transformación de materia orgánica, en la generación de biomasa y en la creación de biodiversidad terrestre (bosques y praderas litorales). La biodiversidad que genera los ecosistemas marinos es también imprescindible para la supervivencia de millones de seres humanos que habitan en sus proximidades.

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Propuesta:
Frente al escenario descrito, el agua de mar puede revertir algunos de estos procesos, debido a su gran potencial equilibrador y generador de biodiversidad.
Los ecosistemas litorales, en los que abunda la vegetación halófita, son ejemplos claros de hábitats, de los cuales debemos aprender tratando de conservarlos, mejorarlos y replicarlos.






Otros ejemplos de plantas halófitas que habitan en ecosistemas marinos son las salicornias o portulacáceas, importantísimas para la producción de alimento humano y animal. Gracias a su resistencia, pueden repoblar zonas extremadamente áridas, en las que anteriormente había habido vegetación pero que poco a poco se fueron desforestando a causa de la actividad humana.


La gestión sostenible de los cultivos y el ganado, así como la gestión de los ecosistemas, son esenciales para equilibrar las necesidades de la seguridad alimentaria y los medios de vida con las prioridades para la conservación y regeneración de los hábitats y de la biodiversidad.
El papel del agua de mar en estos casos es de suma importancia, ya que permite la mejora de suelos pobres, y la creación de bosques y praderas con plantas halófitas, que pueden formar barreras efectivas de protección frente a la erosión costera derivada del oleaje y las mareas. A largo plazo, con el tratamiento adecuado y con el empleo de especies tolerantes a la salinidad y a los terrenos pobres, es posible reverdecer zonas desérticas, mejorando la calidad del suelo y reduciendo su erosión.
Las distintas aplicaciones o usos del agua de mar en la agricultura y la ganadería o en actividades domésticas como la cocción de alimentos, la higiene personal o el saneamiento, supondrían un importante ahorro de agua dulce de hasta el 80%, añadido a los propios beneficios del uso del agua de mar, ya descritos. De esta manera se contribuye a minorar los efectos de la escasez de agua dulce que padecemos a nivel mundial.
Algunas aplicaciones del agua de mar

Responsables del área

José Luis Vázquez Gómez
